En la sesión de ayer se aprobó el proyecto del concejal José Gaspar en relación al uso controlado de la pirotecnia. Se trata de un proyecto modificado del original que expresaba la prohibición. Según el concejal del Pro en la comisión 1 se comparó el proyecto con las normativas de otros lugares de Argentina. «Encontramos que la ejecución de esa manera motivaba la venta ilegal, agravando la situación, porque la pirotecnia ilegal no es sometida a ningún tipo de control. Preferimos una regulación del uso, por categoría de fabricación militar ya existente y de lugares de venta”, explicó el edil.
El comercio ilegal se evita con controles, multas y confiscaciones las mismas que se realizan actualmente en las firmas comerciales que no cumplen con las normativas.
PROHIBICION
En El Bolsón esta prohibida la pirotecnia mediante la ordenanza 193/99, que establece la prohibición de comercialización de todo tipo de elemento de pirotecnia. Además, la norma estipula la prohibición de accionar ese tipo de elementos explosivos y fija con claridad las multas que se aplican en cada uno de los casos de violación de esta ordenanza.
El criterio que prevalece aquí es la salud y la seguridad, no sólo de quienes manipulan materiales de dudosa calidad sino de la población en general. «Es que los mismos pueden causar daños en el medio ambiente y son nocivos para al bienestar de las mascotas y animales de granja de la región”, consignó un parte oficial del municipio de la provincia de Río Negro.
Argumentan además que las quemaduras en manos, dedos y el rostro son las consecuencias más frecuentes del uso indebido de pirotecnia. En los animales, el uso de pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte. Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad. Los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte; los gatos suelen correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse; los insectos y otros animales pequeños poco pueden hacer para no ser dañados, la pirotecnia es para ellos un explosivo de gran tamaño, sostienen las autoridades de ese municipio. La ordenanza fue ratificada en diciembre de 2015.
En Comodoro también es necesario proteger la salud y la seguridad de la población, sobre todo en una ciudad donde las casas de madera y de fabricación precaria abundan. Más aun si consideramos que la presencia de localizaciones petroleras se encuentran dentro de la zona urbana, de una ciudad en la que el servicio de emergencias es deficiente. Los incendios de los últimos años demuestran que las unidades de bomberos no dan a basto para responder a la demanda de la población que en los últimos años creció exponencialmente, incluso en zonas poco accesibles. Por todo esto creemos que la libertad de comercio, o las normas que sólo contemplan las diferentes formas de comercialización no son suficientes para abordar una problemática asociada al derecho a la salud y la seguridad de la población de toda la ciudad.