La reunificación de la CGT es una de las noticias del día. Más allá de los buenos deseos los gritos de los que se quedaron afuera se hacen escuchar.
Los que están más cerca del gobierno que de los trabajadores, los que vienen reclamando un paro nacional hace un par de meses y no fueron considerados, las dirigentes sindicales mujeres y un centenar de sindicatos «del interior» que no son alcanzados por la miope mirada federal.
El Congreso Nacional Extraordinario aprobó las modificaciones en el estatuto social de la central sindical. Eso permite que sea elegida la futura conducción, con Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, a la cabeza.
Comenzó a sesionar esta mañana pasadas las 10.30 con las palabras de bienvenida de José Luis Lingeri, dirigente de Obras Sanitarias. A su término dio comienzo el Congreso Nacional Ordinario para el que están acreditados 2.122 congresales de 213 organizaciones sindicales y que consagrará la nueva conducción.
Pateando piedras se fue esta mañana el secretario de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien se quejó porque se sesionó con la ausencia de un centenar de sindicatos, pero además marcó su diferencias políticas al indicar que «le pedí un paro nacional y dijeron que lo iban a tener que discutir». Así rechazó el cargo que le habían ofrecido. «La mesa de negociación era muy chica para algo tan grande», afirmó.
Por su parte, Gerónimo «Momo» Venegas, junto a representantes de unos 68 gremios , que no participaron hoy de encuentro , impugnaron ante el Ministerio de Trabajo el Congreso Nacional Extraordinario y Ordinario que celebró la CGT.
La Ley de Asociaciones Sindicales prevé la participación de 30% de mujeres en las estructuras sindicales y en las mesas de negociación. En la nueva conformación esto no fue contemplado. Solo dos cargos de un total de 24 son ocupados por mujeres. Por eso mujeres sindicalistas recorrieron el predio entregando un papel protestando por la violación de la norma. «Faltamos nosotras». Eso sí todos recordaron a Eva Perón.